Quiero que sepas que todo lo que estás a punto de leer deja ver mi lado más vulnerable, pero todo esto me ha dejado muchísimo aprendizaje aunque en su momento no lo veía así.

Acá vamos, a ver… Mi camino en el Yoga empezó en el 2014 justo antes de emigrar, en ese momento Instagram no tenia nada que ver con lo que es hoy, así que no fue algo que empecé porque me llamó la atención de verlo en redes. De hecho, justo al salir de la oficina donde trabajaba (Fui agente de viajes por casi 7 años, en Venezuela) pasaba por un Shala y me transmitía como una paz que me hacia decirme a mi misma “Necesito esa paz”, en ese momento justo en el 2014 el tema con todo lo que tenia que ver con aerolíneas y venta de boletos era un CAOS, y esto comenzó a generarme muchísimo estrés, ansiedad, insomnio, etc. Todo esto sumado a mi personalidad que es super inquieta. Luego de pasar varias veces decido entrar y comenzar, era RARISIMO, no sabia nada de Yoga, no entendía las posturas, los nombres, no sabia lo que estaba haciendo, pero ¿adivina que? Lo único que entendía era que me hacia sentir demasiado bien, así que comienzo a ir y a probar diferentes estilos y comencé a notar que me sentía mejor y sobretodo comenzaba a dormir.

En el 2015 decido emigrar y si has emigrado probablemente la siguiente parte de la historia resuene contigo. Llegué a Miami en Agosto del 2015, sola, conociendo solo a un amigo y a su esposa que fueron los que me recibieron y con los que vivi los primeros 15 días, y puedo decirte que ese primer año fue un CAOS, diferentes y muchas horas de trabajo, poco tiempo de descanso, mala alimentación, mucho estrés, la ansiedad a mil, el insomnio por las nubes, en fin, un DESASTRE, pero ojo, nunca me victimicé de esto, siempre estuve enfocada en seguir adelante.

Justo al cumplir el año comienzo a trabajar en una oficina y aunque en ese momento era un trabajo que me encantaba, se fue saliendo de control, tenia que estar al teléfono 25 horas al día, 8 días a la semana, tenia horario de entrada pero no de salida, trabaja fines de semana, mi vida giraba entorno a mi trabajo, y de nuevo comenzó la ansiedad, el estrés y el insomnio a ser parte de mi día-día, hasta que recordé de cuando comencé a hacer Yoga, y aquí voy con lo primero que quiero dejarte de reflexion de mi historia – el cuerpo te va a dar todas las señales de que necesitas, solo debes estar al pendiente – comienzo a buscar y consigo un estudio con profes en español así que me apunto a una clase, y de nuevo pruebo diferentes estilos, diferentes profes y mi cuerpo comienza a sentir los beneficios, mi mente volvía a un ritmo normal, todo comienza a agarrar un curso mas saludable, en este punto practicaba 2 o 3 veces por semana, todo dependía de como estaba el ritmo de trabajo y de las horas que salía, mientras estuve en este empleo – 5 años aproximadamente – hacia Yoga pero no de manera constante, por 2 cosas; la principal era mi horario y la otra era que cuando me comenzaba a sentir bien, dejaba de ir, ERROR y voy con la segunda reflexión que quiero dejarte, NO tienes que hacer cosas que te hacen sentir bien solo cuando te sientes mal, todo lo contrario, todo lo que te sume HAZLO, todo lo que te haga sentir HAZLO, todo lo que sea para tu bienestar HAZLO y sobretodo cuando te sientas bien.

Cuando todo comenzaba a balancearse ¿adivina que? SI, llega la malvada PANDEMIA. De nuevo CAOS, y aunque Miami no se paralizó por completo si afectó muchísimo y personalmente ha sido uno de los momentos mas difíciles de mi vida, perdí mi empleo, tuve que entregar mi carro, el apartamento donde vivía, las tarjetas de crédito. Me tocaba comenzar y no de cero, yo sentía que me tocaba empezar en -1000, porque ya tenia un estilo de vida en base a lo que ganaba en ese momento, así que comienzo a trabajar de todo, con diferentes apps, e-commerce, hice mil cosas para generar ingresos, pero mas allá de todo el tema financiero imagina como estaba mental y emocionalmente, como estaba mi descanso, no dormía casi, a veces 3-4 horas al día y mi refugio que era el Yoga no era una opción porque Miami estaba en cuarentena. Así que pasa la pandemia y apenas todo comienza a normalizarse comienzo a hacer Yoga de nuevo, yo creo que solo las personas muy muy cercanas a mi (mi familia) sabían por todo lo que estaba pasando. Y es cuando el dueño del estudio y uno de mis primeros profes me dice que por que no hacia el Teacher Training, en este momento ya estaba siendo constante, me había prometido a misma que no dejaría de hacer Yoga y que me iba a preocupar por mi bienestar y por hacer todo lo que me hiciera sentir bien, iba a diario y aunque no tenia intención alguna de dar clases, David – el dueño del estudio y con el que siempre voy a estar super agradecida – me dijo que era un training (en ingles) para mi y para profundizar mi practica, el sabia (sin detalles) que estaba pasando por todo este proceso difícil de arrancar de nuevo, así que hice este primer Teacher Training en Ingles y WOW, ME ENAMORÉ y no solo eso, sino que entendí porque el Yoga me hacia tanto bien, entendí sus beneficios, entendí lo poderosa que es esta practica, entendí que necesitaba que el Yoga fuese mi hogar y no mi refugio.

Termino el Teacher Training y AHA MOMENT! me digo, “No tengo que huir de mis trabajos al Yoga, puedo dedicarme a esto y no tener que HUIR NUNCA MÁS” , así que ahora sabia que quería dedicarme a ser Teacher pero no tenia ni idea de como empezar, que hacer, etc.

Justo en este momento estaba en ese proceso de conocer a alguien y todo fue super rápido así que decidimos mudarnos juntos, fuera de Miami y comenzaba un proceso nuevo en mi vida. Irme a otra ciudad, vivir en pareja y hacerme cargo de materializar lo que sentía que era mi propósito, ser guía de esta practica y sembrar la semillita del Yoga. Y como escuché una vez en un podcast “Lo que estas buscando también te está buscando a ti” y es cuando veo a una Yoga Teacher, venezolana que va a dar un Teacher Training en español, obviamente hice lo que seguramente tu hubieses hecho, comencé a ver todo su contenido y me dije a mi misma que si hacia otro training seria con la intención de comenzar a dar clases y no solo eso, sino poder transmitir todo lo que el Yoga me ha enseñado en estos 9 años. Comienzo este training con Nena – El Mejor training EVER – y no solo me terminé de enamorar del Yoga sino que ya estaba en el punto de que quería casarme con el Yoga, metaforicamente hablando haha.

Con este segundo Teacher Training pude no solo profundizar mi practica a nivel físico, mental y emocional, sino que pude VALIDAR que ESTO era a lo que me quería dedicar, terminé inspirada, emocionada, motivada, pero también con mucho miedo, con miedo a no SER la profesora perfecta, AJA, Síndrome del Impostor – pero eso es otro blog – lo más importante es que lo superé y hoy sigo estudiando y aprendiendo, con Beginners Mind siempre, hice otro teacher training, el que le sigue que son 300 horas – con la mejor obviamente, con Nena – sigo leyendo, practicando, pero no para ser la profesora perfecta sino para hoy en día dedicarme a dejar todo ese conocimiento de mis experiencias personales y de todo lo que el Yoga me ha permitido aprender, EN EL MAT, en las clases que tengo el honor de guiar y para que las personas que asisten a mis clases puedan tener todo ese power dentro y fuera del mat.

Hace poco me preguntaron, ¿Si tuvieses que eliminar un error de los tantos que cometiste, cual eliminarías? Y la realidad es que ninguno, porque aunque mucho de ese CAOS que viví en diferentes momentos fue gracias a malas decisiones que tomé, ese CAOS me transformó al SER que soy hoy y me ayudó a conseguir mi propósito de vida, poder SER Guía de esta practica.

Del CAOS siempre pueden salir grandes cosas, aprendizaje, conocimiento, en mi caso me hizo conseguir mi propósito de vida. Solo tienes que estar atentx a las señales.